«Soy un hombre alto, con manos de carnicero, enormes muslos como robles, cabeza con grandes mandíbulas, y gafas de culo de botella. Mido un metro noventa y tres centímetros y peso ciento cuatro kilos. Me parezco a Clark Kent, excepto por el hecho de que cuando me quito el traje apenas soy un poco más rápido que mi mujer, sólo soy un poco más fuerte que los hombres que tienen la mitad de mi tamaño y porque, dé los saltos que dé, ni de lejos salto edificios.
Como atleta soy excepcionalmente mediocre en todos los deportes importantes y en varios que no lo son. Juego de manera arriesgada y funesta al póquer, y en la bolsa soy algo así como prudente y competente. Me casé con una mujer bella que había sido animadora y también vocalista de un grupo de rock, y tengo dos hijos encantadores, no-neuróticos y del todo anormales. Soy profundamente religioso, soy el autor de Desnudo ante el mundo, una novela pornográfica adorable y de primera clase y, no soy, ni nunca lo he sido, judío.»
Como atleta soy excepcionalmente mediocre en todos los deportes importantes y en varios que no lo son. Juego de manera arriesgada y funesta al póquer, y en la bolsa soy algo así como prudente y competente. Me casé con una mujer bella que había sido animadora y también vocalista de un grupo de rock, y tengo dos hijos encantadores, no-neuróticos y del todo anormales. Soy profundamente religioso, soy el autor de Desnudo ante el mundo, una novela pornográfica adorable y de primera clase y, no soy, ni nunca lo he sido, judío.»
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Fotolibro: http://d.pr/cEjY
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«Toda palabra dicha despierta una idea contraria.» Goethe.