El imitador, por Jodorowsky



Un hombre comienza a perder la vista. Antes de entrar en la sombra memoriza todo lo que hay en su pieza. Estudia los textos, las ilustraciones y la ubicación de los libros en la biblioteca. Cuando ya está ciego, invita a gente y haciéndose el que ve les muestra su cuarto. Ofrece sillas, abre tomos, lee en voz alta, describe grabados, fabrica cócteles. Su simulación es perfecta, pero olvida encender la luz y sus visitas asisten a esa comedia en la oscuridad.

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«Toda palabra dicha despierta una idea contraria.» Goethe.

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